miércoles

LA MINGA







La minga es una tradición de cooperación colectiva utilizada para cumplir un objetivo que una persona o un pequeño grupo no puede realizarlo por sí solo. Es una costumbre chilota que refleja la disposición de los hombres del lugar por ayudar a sus semejantes, uniéndolas en trabajos como la siembra y cosechas de papas, en las que todos cooperan para que sea fértil y fructífera, por ejemplo la “tiradura” de una casa o la construcción de una iglesia y/o vivienda.
Para cualquier minga, quien desee ayudar, la solicita a los vecinos con antelación para un determinado día. Los que cooperan son “pagados” con abundante comida y vino, pero además este favor después debe retribuirse prestando ayuda al vecino que la solicite.
La “tiradura de casa” es una ceremonia muy particular y representa una de las tradiciones más antiguas de la Isla Grande de Chiloé. Se trata de trasladar una vivienda de un lugar a otro sin desarmarla. Sesaca la casa del lugar donde se encontraba y se desplaza al nuevo sitio para luego reubicarla. La “tiradura” que acapara mayor atención es aquella que requiere de grandes cantidades de bueyes, y por la tanto, de personas. Incluso hay veces que el dueño de la casa se muda a otras islas, teniendo que necesariamente comunicar a los dueños, no sólo de los bueyes, sino además a los de las lanchas pero, a pesar de que es una faena típica, es cada vez menos frecuente. Es un testimonio concreto de la habilidad y del ingenio de los isleños, además de revivir el profundo sentimiento de la solidaridad que anima a la gente del archipiélago.
La organización preliminar de esta ceremonia consiste en la preparación de las juntas en los bueyes. A continuación se amarra la casa a los bueyes y comienza el trabajo de “tiradura”. En ella participan todos los vecinos que deseen y la minga puede durar de uno a varios días, raras veces más de tres. El dueño de casa retribuye tan generosa asistencia a través de un delicioso curanto, asado, degustación de pescados y mariscos, vino y chicha de manzana. La comida es amenizada con bailas, exposiciones artesanales y competencias de danza típica.



Piwonka Zañartu, Nicolás y González Reyes, Paula “Chiloé, Puerta a la Patagonia”, editorial S&E, Avda El Bosque, Santiago de Chile. Pág. 83-86. Adaptación de Verónica Méndez Barría, alumna de 7° año.

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